El Gobierno británico ha dado luz verde a la construcción de dos reactores atómicos de nueva generación (EPR) en el emplazamiento de la antigua central nuclear de Hinkley Point, al suroeste de Inglaterra, por parte del coloso francés EDF y de su socio estatal chino General Nuclear Power Group (CGN). Una inversión se encontraba en stand by tras la decisión de la primera ministra británica, Theresa May, de revisar un proyecto que había validado su antecesor, David Cameon.